Las buenas relaciones y los buenos modales van de la mano

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Decir gracias y por favor, sonreír, mirar a los ojos son acciones que conectan sin requerir estrategias ni inversiones económicas.

La cortesía nunca ha sido cosa del pasado, está presente en cada paso que tomamos sin ser exclusiva de la alta sociedad. Tampoco es complicada, se compone de detalles que hacen la diferencia para ser aplicados por todas las edades y géneros.

Aquí comparto algunas pautas claves para contribuir a tus buenas relaciones:

No llegues sin avisar

Puedes ganarte el título de inoportuno o maleducado al hacer una visita sorpresa. Es conveniente avisar antes, vía llamada telefónica o por escrito, para acordar una hora conveniente para la visita.

Si no se puede evitar que la visita sea sorpresa, al llegar se debe preguntar si es un buen momento para recibirte y poner atención a la reacción. Si observas que el visitado acepta por compromiso, es preferible marcharse lo antes posible. Puede tener otro compromiso o no estar en condiciones de recibir a nadie en ese momento.

Viste para la ocasión

Para pasar la prueba de los primeros cinco o siete segundos es necesario lucir bien. Esa apariencia está compuesta por gestos y lenguaje corporal pero la vestimenta tiene el mayor porcentaje de impacto. Elegir las prendas y accesorios adecuados a la hora y al encuentro al que vamos a acudir es imprescindible. Llenarse de accesorios y colores para ir a trabajar como asistir con jeans a un evento formal es un desacierto.

Combina tu vestuario con buenos modales

 Ser inteligente, simpático y educado, pero ir desaliñado no es buena combinación. Como tampoco lo es, vestir elegante y ser antipático, desatento y maleducado.

Aprende a comportarte en la mesa

Aunque no todas las comidas son formales, dominar los modales básicos al comer es determinante para causar una buena o mala impresión. Es preciso saber que no se habla con la comida en la boca, que no se gesticula con cubiertos en las manos, que no se apoyan los codos en la mesa, que no se mezcla la comida con la bebida en la boca, que no se coloca la servilleta como un babero en el cuello, que el celular no se pone en la mesa, que se espera por las demás personas para empezar a comer y que siempre se dice gracias y por favor.

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La mesa es el lugar donde más se pone a prueba la buena educación de una persona.

Aprende a conversar

Mirar a los ojos, escuchar (en ocasiones más que hablar), dominar el lenguaje corporal y conocer los temas apropiados para tratar en el momento son habilidades que toda persona debe conocer. Evitar los temas controversiales como política, religión, en ocasiones salud y deportes.

Contamos con la tecnología que nos conecta en segundos a cualquier lugar del mundo, pero cuando se trata de hablar cara a cara los buenos modales son necesarios para manejarse de manera correcta en la conversación. Como saber hacia qué lado volteamos la cara si necesitamos toser durante la conversación, cuál debe ser la intensidad del contacto visual, cuál debe ser el tono de voz, entre otros.

Otros modales que no deben faltar en tu repertorio

Envía notas de agradecimiento, siempre saluda al llegar a un lugar, ponte de pie al estrechar la mano, ofrece tu asiento a las personas mayores, cede el paso con cortesía, respeta la opinión de los demás, cuida tu presencia en las redes sociales y procura que el contenido que compartes sea positivo.

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