La buena vida es cara, hay otra más barata, pero no es vida

tarjeta de crédito

En el verano de 1987 escuché esta frase por primera vez y me impactó. Para nada coincidía con la norma en mi casa de no gastar indiscriminadamente. Se refirió a ella José, el esposo de Adria, una pareja –ambos de unos cuarenta años- que conocí a través de otra pareja amiga mientras pasaban dos días en Puerto Rico, antes de abordar un crucero que los llevaría a recorrer varias islas del Caribe.

Durante ese par de días en que fui su anfitriona, pude conocer a esta nueva pareja amiga y su desenfrenado estilo de consumismo. José era un adinerado empresario, de carácter tímido, discreto, de poco hablar y un marido extremadamente complaciente. Adria, era una mujer muy elegante de excesivo cuidado con su figura, extrovertida, coqueta y no paraba de hablar, tampoco de comprar.

Mientras mis amigos me pedían que los llevara a las tiendas de descuentos Wal-Mart y Kmart, Adria se negaba a entrar y prefería esperar sentada afuera pues sólo compraba en tiendas “exclusivas”. Tenía obsesión con la ropa íntima, recuerdo que se compró un juego de lingerie para cada noche en el crucero. José la escuchaba, se reía y se burlaba de las exageraciones de su esposa, pero su delirio era complacerla.

Durante esos dos días disfrutamos de los restaurantes y sitios de diversión más exclusivos de la Isla del Encanto. No hubo restricciones de ningún tipo. Todo lo consumido o comprado fue de la más alta calidad. José repetía con frecuencia su frase preferida.

Fueron 48 horas de lujo, derroche y risas sin parar provocadas por las ocurrencias de Adria, que continuaron a lo largo de todo el trayecto en el crucero.

En aquel tiempo recién iniciaba yo mi vida como adulto. Desconocía cómo hacer un buen manejo de mis finanzas personales, pero tenía claras mis aspiraciones de crecer y vivir de forma holgada.

Esa “visita” me confundió. Desde entonces tuve la duda de si en lugar de vivir por debajo de mis posibilidades, lo correcto era hacer más dinero para conseguir lo que quería. Si en lugar de decir: “No puedo pagarlo”, debería preguntarme, “¿cómo puedo pagarlo?  ¿Acaso “vivir por debajo de mis posibilidades” era una forma de pensar demasiado estrecha?

Les seguí la pista a José y a Adria. Visité su casa ubicada en un exclusivo sector de Santo Domingo. Era una residencia de lujo con un hermoso jardín japonés diseñado por Adria, quien es arquitecta. Sus cuatro hijos asistían al colegio bilingüe más costoso del país. José seguía dedicado al negocio heredado de su padre.

Tiempo después supe que la compañía de José se fue a la quiebra. El mercado había evolucionado con la tecnología y José no se reinventó. Su oferta quedó obsoleta.

Aristóteles Onassis

Clave para el éxito, según el magnate griego Aristóteles Onassis

Su estilo de vida, y el de su familia, le exigían unos gastos que no pudo sufragar. Los hijos se fueron a trabajar a los Estados Unidos, algunos sin haber terminado sus estudios secundarios. El matrimonio terminó en divorcio, ella se fue a vivir a un modesto apartamento alquilado y él quedó desamparado viviendo a expensas de las dádivas de los amigos.

José lo perdió todo, hasta su familia. Lo único que había ganado de repente eran unos 15 años de edad que se habían sumado a su rostro.

La desgracia de José no hace más que recordarme su frase favorita, la que atribuyen a Aristóteles Onassis: “La buena vida es cara, hay otra más barata, pero no es vida». A juzgar por estas palabras, José debe sentir que ya no vive.

Lo cierto es, que las malas prácticas o un  constante consumismo basado en el impulso y no en la razón, pueden generar situaciones que culminen en verdaderos desequilibrios en las finanzas de una persona.

El caso de José me ha hecho reflexionar sobre el precio de la “buena vida”. Todos queremos vivirla, pero estoy segura que ninguno queremos que nos lleve a la  ruina.

 “Gastar menos de lo que se gana” en esto insistía Humberto Cruz, columnista del Sun Sentinel y experto en finanzas. Otros especialistas coinciden y suman otras recomendaciones, entre ellas:

 Gastar menos dinero en combustible pues éste es un gasto que impacta a nuestro bolsillo mes tras mes. Para esto podemos reducir el número de vueltas que damos cada día, manejar despacio y  mantener infladas las llantas a la presión adecuada.

 Vigilar los pequeños gastos que pueden estar desajustando el presupuesto del hogar: compra de golosinas, comidas rápidas, bebidas, entre otros.

Antes de dar el “tarjetazo” pensar hasta tres veces si es realmente necesario ese gasto. Para saber si un gasto en innecesario, antes de gastar preguntarse ¿puedo vivir sin esto? si la respuesta es sí, es innecesario.

Disfrutar menos en la calle y más en la casa. Gastar excesivamente en restaurantes y sitios de entretenimiento pueden hacernos gastar más dinero del que deberíamos. Podemos ahorrar muchísimo si comemos regularmente en la casa u organizamos las reuniones sociales allí.

Cuidado con las ofertas. Comprar prendas de vestir y productos del hogar sólo porque están en oferta, pueden llevarnos a gastar sin control.

Comparar precios. Es mejor comparar precios en varios supermercados a la hora de planificar las compras.

El ahorro es esencial para la correcta salud de nuestras finanzas. Pero ahorrar no es sólo guardar sino saber gastar. Es saber elegir entre lo esencial y lo no esencial.

Una de las 10 reglas de éxito de Sam Walton, fundador de Wal-Mart.

Una de las 10 reglas de éxito de Sam Walton, fundador de Wal-Mart.

Decía Sam Walton, fundador del imperio Wal-Mart, que gran parte de su éxito fue trabajar en equipo. Enfatizaba que debemos tener un plan e involucrar a todos. En nuestro caso, se trata de involucrar a toda la familia en nuestro plan de ahorros.

 Walton era un apasionado del ahorro. Nunca gastaba dinero de manera desatinada. Exhortaba a vivir muy por debajo de lo que se ingresa y tuvo una vida muy frugal. Se trasladaba siempre en su camioneta pick/up roja y viajaba sólo en clase económica.

 Aún tengo mucho que aprender para combatir “el analfabetismo financiero”, sin embargo, trato de poner en práctica varias de estas sugerencias como lo he hecho hoy en mi compra del supermercado. Pero debo confesar que el motivo a escribir esta nota no ha sido ese, sino la impresión que me ha causado el “watchiman” o vigilante del lugar.

 La voz lo delató, aunque su forma introvertida y la gorra que cubría parte de su cara me hicieron dudar, pero sin duda alguna era él. Era José.

 Me pregunto ¿qué hubiera sido de José si en vez de seguir ciegamente aquella frase de Onassis, hubiera leído también las de Walton?

Nota: Esta historia está basada en un hecho real; sin embargo, tiene algunas variaciones y los nombres reales fueron cambiados para proteger su identidad.

30 comentarios

  • ¡Guaaaaaaooo!!! Tremendo artículo!!!!

  • Muy dura la experiencia de Jose, pero que nos hace reflexionar de cual es la vida que queremos y del valor que damos a lo verdaderamente importante; un abrazo, me encanta tu blog

    Enviado desde mi Windows Phone ________________________________

  • Excelente Jackie!!!!! Un Abrazo

  • Melba Riquelmy Jiménez Chávez

    Como de todo se aprende, me ha encantado esta historia que narras por ser bastante aleccionadora.
    No me lo vas a creer, pero justamente una de mis resoluciones para este nuevo año, ha sido la de aprender a ahorrar, precisamente por eso de que son más los gastos innecesarios en los que incurrimos, que los que verdaderamente ameritamos… Por lo que este año estoy en austeridad TOTAL.
    Muy penoso para José y Adria que luego de vivir con tanta opulencia, no guardaran pan para mayo y que su familia terminara completamente desmembrada. Este es un buen ejemplo de los valores que, sin darnos cuenta, transmitimos a nuestros hijos, porque puede que el dinero te acerque a la felicidad, pero NO es lo que te la da.
    Ciertamente la buena vida es cara y a quien Dios se lo dio, San Pedro se lo bendiga, pero no es menos cierto, que la otra vida que llaman barata, no se pueda llamar vida, porque si nos planificamos y organizamos nuestras finanzas, sin vivir del «PANTALLEO», se disfruta más cada logro obtenido porque ha sido en base a un verdadero SACRIFICIO y por eso se VALORA Y APRECIA MUCHO MAS.
    Particularmente, esta reflexión me encantó!!

    • Así es Melba de todo se aprende. Es duro llegar a extremos como ese, pero lo importante no es caer sino saber levantarse. Siempre hay espacio a una segunda oportunidad. Lo que debemos hacer es estudiar un poco más sobre estos temas, sobre todo quienes no nos hemos formado con profesiones que tocan temas de economía y demás, aunque también el sentido común ayuda mucho. ¡Qué bueno que esta reflexión te gustó! Y ciertamente, creo que es muy buena para comienzo de año. Que tengas un productivo 2014. Gracias por leer este blog.

      • Interesante articulo,, por eso hay que valorar lo que se adquiere a fuerza de trabajo y arroparse hasta la sabana nos de’., mas en este mundo que cada dia es mas consumista.Felicidades por esta excelente reflexion.

      • Gracias Elisa. Aprovecho para decirte que parece que esta historia ha llegado a mucha gente y qué bueno que sirva para hacernos reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo. ¡Bienvenida! Espero que sigas leyendo el blog.

      • Gracias Elisa. Tienes mucha razón. Espero que leas el blog con frecuencia.

  • Muy buen articulo, a eso añado un consejo que fue dado para mi de parte de mi cuñado quien es analista financiero personal y el asegura que no importa lo que hagas, siempre debes de ahorrar el 30% de lo que ganas para emergencias o gastos futuros.

  • Patricia Batista

    Excelente Articulo Jackie!!! Me encanto!! Pero lamentablemente en nuestro país hay muchas personas viviendo una vida muy parecida a la de Jose y su esposa y peor aun quizás arropados en deudas pero solo para estar compitiendo con sus amigos y relacionados.

  • Por fin lo pude leer. Es un caso muy penoso pero como esa pareja conozco un montón. Definitivamente vivios una epoca de ajuste para no perder lo que nos costó conseguir con trabajo y esfuerzo.

    Un beso

  • Me gustó mucho Jackie!

  • Waoooo Excelente artículo, Debemos tomar conciencia para no terminar como José y su esposa… Un Abrazo Sra. Jackie Como siempre usted escribiendo artículos de suma importancia para todos.

    • Así es Melissa. En un descuido, cualquiera puede terminar como José, no importa que se tenga mucho o poco, porque el que mucho produce, por lo general, mucho gasta. Pero siempre insisto, que aunque se toque «fondo» SIEMPRE hay lugar para una segunda oportunidad. Gracias por seguirme. Otro abrazo para ti.

  • Jacquie!! Me encanta la forma como escribes, tienes una pasión y una arte para envolver al lector en tus historias que definitivamente es un deleite leerte. Te confieso que la primera impresión que me dan tus artículos es oh oh.. que largo, pero tan pronto uno comienza a leer navega con el con una delicadeza tan sutil que repentinamente terminas y te quedas buscando mas. Muchas gracias por pensar en estos temas tan enriquecedores para tu audiencia. Ya no puedo esperar al siguiente artículo, de qué será?

    • Pamely muchas gracias por lo que dices. Yo sólo sé que es muy cierto aquello de que lo que se hace con pasión no es trabajo es un deleite. Me fascina escribir igual como me encanta leer los comentarios, como el tuyo. Espero seguir escribiendo sobre temas que te interesen o al menos te mantengan conectada! Es un halago, para mí, tenerte aquí. Un abrazo!

  • Querida amiga!!!! Me encantó tu artículo!! Esas altas y bajas de la vida no son fáciles. Simplemente es la vida misma que sube, baja, se mueve a la derecha, a la izquierda, se queda, se va, viene, vuelve, pero al fin, quien tiene a Dios como guía en su corazón, estos tropezones le hacen prosperar. No dudes que José nuevamente sea próspero. No sabemos si ese sacudión llegó a su vida para que quienes no merecieran estar a su lado se desmonten del barco y el proseguir navegando con mas fe que nunca. Un gran abrazo amiga mia!!!!!

  • Excelente Jackie, muy buena reflexión, corroboro contigo, tengo algunos apuntes particulares, incluidos testimonios, relacionados con tu relato, totalmente coincidentes. Vivir de las apariencias o tratar de cubrir expectativas fuera de tu rango, siempre te conducen a un mal final. Gracias por compartirnos la excelencia de tus destrezas.

  • Buenas Tardes.. primera vez que leo el blog..soy de Santo Domingo y llega a mi por una compañera de trabajo. Me gusto mucho el articulo excelente ejemplo, y en parte vivi esto en casa, no por los gastos en lujos, sino porque mi madre y padrastro no se pusieron de acuerdo en el manejo de los negocios. Hoy ambos sufren las consecuencias, cada quien en su justa medida. Por otro lado creo en que hay que luchar por ganar mas y cada dia superarnos. Muchos de nosotros hasta siendo financieros y muy racionales en nuestros gastos, no alcanzan los ingresos de nuestros hogares,(paises «subdesarrollados») para simplemente llevar una vida «Moderadamete Decente». Por lo que si creo en luchar por superarnos cada dia mas, en todos los aspecto, incluyendo claro esta, en lo economico. Digo esto porque muchas personas tambien se quedan en la parte conformista de: eso gano hasta aqui llego. Ojo con esto señores. Saludos y Felicidades

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