Si te invitan hoy, te toca a ti mañana

La reciprocidad debe practicarse siempre. En ocasiones, se ignora que al asistir a una invitación se adquiere un compromiso que amerita ser correspondido como parte de las buenas relaciones humanas. Es decir, si alguien te invita a comer ya sabes que en la próxima te toca a ti.

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Dar sin esperar nada a cambio es correcto. Sin embargo, la cortesía tiene que mantenerse al día y reinventarse a cada segundo pues la atención a estos detalles traerá sus frutos.

Y no se trata solo de lo material. La reciprocidad debe estar presente en toda atención recibida, grande o pequeña.

Si alguien te invita a comer en la próxima, invitas a comer tú. Puede darse el caso de que tus ingresos no permitan responder al mismo nivel, en ese caso se puede corresponder con detalles.

Si recibes un regalo y no tienes la oportunidad de agradecerlo en el momento, escribe o llama a la persona que te hizo el obsequio con entusiasmo y gratitud. Cuando hacemos un regalo, esperamos una reacción de la persona que lo recibe, sobre todo por el empeño puesto para agradar a esa persona.

Si recibes un servicio gratuito de un amigo (aunque se trate de un familiar), demuestra cuánto aprecias el gesto. En ocasiones aprovechamos los conocimientos de un médico, un abogado o un contador que tenemos cerca para plantearle algún problema o utilizar sus servicios. Corresponde enviarle un obsequio junto a una tarjeta manuscrita que exprese cuánto valoramos el servicio recibido. Si no se hace inmediatamente, será muy bien recibido en alguna fecha especial, como cumpleaños o Navidad.

Si alguien te cede el paso, voltea para dar las gracias a quien tuvo el gesto amable contigo tanto cuando seas transeúnte en la calle, conductor de un auto o simplemente cuando alguien te sostenga una puerta.

Si alguien te saluda, saluda. Si alguien te sonríe, ¡sonríe! Si no recibes respuesta, no dejes de ser amable. Sigue haciéndolo bien y cumple con lo que te corresponde. Te ayudará poner en práctica lo que reza el refrán: rodéate de los mejores para mejorarte a ti mismo.

Hasta la próxima. Mientras tanto, te deseo un día lleno de buenos modales.

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