46 FORMAS DE MOLESTAR A LOS DEMAS SIN DARNOS CUENTA

 

girl-eat-finger-food-model-48903.jpegEn ocasiones molestamos a los demás sin darnos cuenta. La Regla de Oro es muy clara: «Trata a los demás como quieres que te traten a ti», por lo que sería interesante analizar algunos puntos que pudieran escapársenos y con ellos, molestar a los demás:

  1. No mirar a los demás a la cara durante una conversación, por estar chateando o chequeando el celular.
  2. Hablar en voz alta por el celular, cuando estamos frente a otras personas.
  3. Cuando llamamos a última hora para cancelar una invitación.
  4. Hacer una visita sin avisar antes.
  5. Hacernos los “despistados” cuando llega la cuenta.
  6. No agradecer cuando nos hacen un favor.
  7. Olvidar felicitar a alguien, muy allegado, por su cumpleaños.
  8. Llamar, por teléfono, muy temprano a alguien y decirle “¿estabas durmiendo?”
  9. Asistir a un evento sin ser invitados.
  10. Llegar a toda invitación con las manos vacías.
  11. Cuando no devolvemos lo prestado.
  12. No avanzar cuando el semáforo cambia a verde, por estar chateando en el celular.
  13. Demorar demasiado la salida en un parqueo mientras otro espera por él.
  14. No ceder el paso.
  15. Llamar al camarero y hacerlo esperar porque no sabemos qué ordenar.
  16. Cuando las felicitaciones de cumpleaños de nuestros seres queridos, aún pudiendo llamarlos por teléfono, sólo las hacemos vía mensajería escrita (Whatsapp).
  17. Cuando creamos, de sorpresa, un nuevo grupo de Whatsapp sin permiso de los participantes.
  18. Cuando publicamos una fotografía donde aparece otra persona y no pedimos su permiso para publicarla.
  19. Cuando monopolizamos la conversación con temas de nuestros hijos: el mejor estudiante, el mejor deportista, es una maravilla de hijo, etc.
  20. Cuando sólo hablamos de enfermedades y parecemos un hospital ambulante.
  21. Cuando vivimos en un apartamento y somos desconsiderados con los ruidos y las molestias causadas a los vecinos, especialmente de noche: al arrastrar los muebles, al taconear, permitir que los niños jueguen con pelotas dentro del apartamento, etc.
  22. Cuando usamos perfumes o aromas muy fuertes, sobre todo alrededor de personas alérgicas.
  23. Cuando hablamos con la boca llena. No tener modales en la mesa.
  24. Cuando nos invitan y no correspondemos con otra invitación.
  25. Cuando no devolvemos las llamadas telefónicas.
  26. Cuando pedimos dinero prestado y no lo devolvemos en el tiempo prometido.
  27. Cuando no contestamos las llamadas al celular, a pesar de que siempre tenemos el celular en la mano.
  28. Cuando nos quejamos por todo. Siempre vemos el vaso medio vacío y no el vaso medio lleno.
  29. Cuando somos impuntuales.
  30. Cuando nos pasamos de confianza y tuteamos a quien no debemos, como tutear a un jefe o a un cliente. También cuando nos referimos a un desconocido con un «mi amor» o un «linda».
  31. Cuando usamos audífonos para estar ausente de todo.
  32. Cuando alguien está viendo su programa favorito y no paramos de hablarle.
  33. Cuando ocupamos un parqueo ajeno.
  34. Cuando sólo hablamos de chismes.
  35. Cuando tenemos el síndrome de la pierna inquieta y no deja de vibrar el asiento compartido por varias personas.
  36. Cuando en un lugar público nos agrada un bebé y lo tocamos sin consentimiento de los padres.
  37. Cuando dejamos a un niño correr en un restaurante, sin darnos cuenta de que molesta a otros clientes.
  38. Cuando suena nuestro celular durante una misa o una charla.
  39. Hablar muy alto en un restaurante.
  40. Demorar demasiado en el uso de un baño público.
  41. Decir malas palabras.
  42. Tocar la barriga a una embarazada.
  43. Hacer preguntas incómodas. Como preguntar a una señora cuántos meses tiene de embarazo, cuando sólo está pasada de peso. O preguntar a alguien: ¿A que no te acuerdas de mí? ¿Cómo me llamo?
  44. Ponerse a conversar con el cajero de una tienda o un banco, cuando tiene una fila larga esperando por él.
  45. Usar lo último de algo y no reemplazarlo: papel sanitario, el agua de la nevera etc.
  46. Cuando asistimos a un evento y no paramos de hablar, aún cuando el maestro de ceremonias o anfitrión ha iniciado su discurso.

(Continuará…)

 

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