Hogar dulce hogar, en tiempos de coronavirus
Antes del coronavirus:
6:00 a.m. Se despierta la familia
7:00 a.m. Se desayuna la familia
7:30 p.m. Se marchan todos
8:00 a.m. Paz. Mi perrita Lulú, yo y un café…
Una parte de la familia regresa en la tarde, otra en la noche. Luego a dormir.
Después del coronavirus
6:30 a.m. Se despierta parte de la familia
7:00 a.m. Algunos desayunan
8:00 a.m. Algunos comienzan, por videoconferencia, a trabajar desde la casa.
9:00 a.m. Otros se desayunan
10:00 a.m. Otros se despiertan
11:00 a.m. Todas las áreas de la casa ocupadas. En el comedor unos toman clases virtuales, en la sala otros realizan su jornada laboral a través de videoconferencia. Por otro lado, los televisores sin apagarse entre clases de yoga, de meditación y de zumba. ¿La cocina? Un desastre, harina por doquier, fruto del invento de toda clase de postres.
12:00 p.m. No se sabe a qué hora vamos a dormir. Netflix se apodera del escenario hasta la madrugada, todos tienen una película que quieren que mami vea.
¿Y yo? Me olvidé de la tranquilidad, de Lulú y de mi café. Ahora dentro de mi hogar tengo que “estar bien vestida” todo el tiempo, porque en un descuido salgo de fondo en un selfie o en la grabación de un video o en una videoconferencia corporativa.
El tránsito hogareño, el bullicio y el desorden contrastan con el silencio absoluto de la calle. Parecería que el mundo sólo habita entre mis cuatro paredes. Este torbellino en medio de la búsqueda de un rincón de paz intentando yo crear contenido laboral. ¡Hasta Lulú está gruñendo por la interrupción de sus largas horas de sueño! Como para volverse loco.
He llegado a la conclusión de que existe un síntoma del coronavirus que aún no nos han informado, se trata de “llevarse la paz” de nuestro hogar, dulce hogar.
Con esta convivencia obligatoria, perdón, cuarentena, se me ocurre lo siguiente.
Cómo sobrevivir juntos en el hogar
Aquí mis sugerencias:
1. Respeta el espacio de los demás.
El respeto a los demás siempre ha sido una regla de oro para la etiqueta y respetar el espacio de los demás se considera fundamental en todos los entornos en donde nos relacionamos, como en el profesional, en el social y ahora en el más personal: nuestra casa.
En estos días de cuarentena debemos tener cuidado con el monopolio de espacios y artículos dentro del hogar, pues puede causar molestias entre los miembros de la familia. Una recomendación para evitar disgustos es asignar espacios de trabajo a las personas que estarán trabajando desde el hogar, de esta manera no se verán interrumpidos sus compromisos laborales ni la dinámica familiar del hogar.
2. Sé considerado.
Si el espacio físico de tu residencia no permite aislamiento, es necesario estar abierto a compartir los espacios o a establecer horarios para que todos puedan realizar sus actividades cómodamente.
3. Coopera con las labores del hogar.
La presencia 24/7 de todos en el hogar, aumenta las labores domésticas diarias como la limpieza, la preparación de comidas, reposición de materiales gastables (papel sanitario, toallas, jabones y demás). Ofrece ayuda y pide que te asignen funciones. No seas indiferente, ten en cuenta que de repente alguien está afectado con el exceso de trabajo doméstico.
4. Entiende al que está irritado por la “invasión de espacio”. Escúchalo y muestra comprensión.
Esto es muy nuevo para todos. Estamos aprendiendo a convivir cara a cara en una época en que la convivencia mayor es sólo digital, a distancia.
5. Respeta la privacidad de los demás.
Esto es fundamental para vivir en armonía. Este largo período de convivencia puede ser agotador, aunque se trate de pasarlo en familia. Respeta si en ocasiones, alguien opta por un momento de privacidad en un lugar apartado de la casa. No lo tomes de manera personal, un momento de soledad ayuda a recargar energías.
6. Observa a tu alrededor.
Mira a tu alrededor si decides escuchar los múltiples videos que recibes por Whatsapp o escuchar las noticias en la televisión, alguien puede estar leyendo a tu alrededor. Baja el volumen o usa audífonos si llegaste luego de ese lector.
7. Mantén la comunicación.
No se trata de aislamiento dentro de la casa. Comparte y expresa tus sentimientos. ¿Alguna molestia? Compártela de buena manera. Apenas comienza la convivencia. Pon de tu parte para que reine la armonía.
8. Aprovecha este momento para compartir experiencias y enseñanzas.
Sobre todo a los padres con sus hijos. Es el momento de repasar fotografías, contar historias de la familia, estudiar con los hijos, enseñarles nuevos oficios o reforzar los buenos modales.
Uno de los motivos de la falta de modales y educación en los niños y adolescentes, es la ausencia de los padres en el hogar. Esta oportunidad, hay que aprovecharla ¡Este es el momento!
9. Comparte noticias positivas.
La mayoría de la gente está saturada de malas noticias, desinformación y sensacionalismo. Comparte información positiva, de crecimiento, de oportunidades, historias de éxito, frases inspiradoras. Mantén laconversación positiva sobre todo a la hora de la comida.
10. ¡Sonríe!
Entrega el mejor regalo de estos días: una sonrisa. La sonrisa es contagiosa y genera reacciones positivas.
Por último, este distanciamiento o aislamiento es necesario para prevenir la propagación del COVID-19. Es un reto cuya su duración exacta desconocemos. Hagamos lo posible para que la estadía en nuestros hogares sea armoniosa.
Me encantaría escuchar sobre la experiencia en tu hogar en tiempos de coronavirus.
Te deseo una estadía llena de buenos modales.
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