Jackie Viteri

En esta nueva oportunidad profesional que la vida me ha dado, gozo de una misión muy clara: aportar a la formación profesional de los jóvenes.

De formar sus habilidades duras ya se encargarán sus maestros en las aulas de su entidad escolar o universitaria. Yo me intereso por las habilidades blandas, aquellas que destacarán su apariencia, su comunicación y su comportamiento profesional. Abarco desde su capacidad de escuchar, su proyección, cómo ser agradable, hasta cómo manejar conflictos en el mundo empresarial. Algo así como saber ser, saber estar y saber relacionarse.

Ayer tuve la oportunidad de compartir con estudiantes de término de las carreras de Administración de Empresas y de Mercadeo de la Universidad Iberoamericana (UNIBE). Dios me ha bendecido una vez más.

En la charla «TU IMAGEN: la herramienta más poderosa para tu primera oportunidad profesional», les hablé sobre la importancia de poner en práctica una eficaz Etiqueta Corporativa para el éxito de sus futuras carreras.

Estoy segura de que estos jóvenes, desde ayer, dan la mano con un nuevo criterio y con el justo valor que merece un buen saludo. De hecho, el comentario de uno de los asistentes en el día de ayer, confirmó que mi misión va bien encaminada: “ya sé hacer una entrada a una reunión, como si valiera yo un millón de dólares”. No tengo palabras, esto fue suficiente para mí.

Mi deseo es aportar a todos los jóvenes del país y más allá de nuestras fronteras también.

Alguien me acaba de decir que “hay que dar para recibir” y estoy segura que “dando” a la juventud es mucho lo que “recibiré”.

¡Qué viva la juventud emprendedora y con ella los buenos modales!