Jackie Viteri

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¡Feliz Navidad! ¡Feliz Año Nuevo! Al escuchar estas frases retornamos los buenos deseos como una especie de respuesta automática, a sabiendas de que la cantidad de compromisos de la época, en ocasiones, nos agobia.

La alegría puede verse opacada por la carga en nuestras agendas y por la falta de un manejo adecuado de situaciones que requiere organización, sentido común, cortesía y buenos modales.

Para disfrutar de estos días de fiesta en armonía y felicidad, comparto contigo algunas sugerencias:

Cuando seas invitado

• Confirma tu asistencia, no responder es una falta de cortesía. El anfitrión necesita coordinar todo, incluido el menú, de acuerdo al número de asistentes.
• Pregunta qué puedes llevar y no lo limites a comida o bebida. En ocasiones se necesita un repertorio musical, sillas, manteles, cubertería, recipientes desechables, etc. Demuestra tu interés en cooperar, esto permitirá que los anfitriones también disfruten.
• Sé puntual, no modifiques la agenda del anfitrión.

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• No te aparezcas con personas que no han sido invitadas, debes consultar antes con los anfitriones sobre la posibilidad de llegar con otras personas al lugar.
• Aprecia y elogia los detalles de Navidad del hogar que te recibe.
• Al día siguiente, agradece la invitación por teléfono o envía un mensaje escrito de agradecimiento.

Cuando seas anfitrión

• Al extender la invitación, infórmate sobre algunas tradiciones y gustos del invitado. Esto permitirá incluir, en la celebración, algunos detalles que lo hagan sentir especial.
• No preguntes a los invitados si les gustó la comida, debes permitir que los comensales lo digan de forma espontánea.
• En una cena familiar de Navidad cede la cabecera de la mesa a los abuelos como un gesto de distinción a los miembros mayores de la familia. En ese caso, siéntate a la derecha de los abuelos.
• Durante la comida, si los invitados adultos están distribuidos en más de una mesa, la pareja de anfitriones debe sentarse en mesas separadas.
•  Sé considerado con los vecinos. Modera la música, sobre todo luego de la medianoche. Si vives en apartamento, avísales que tendrás una celebración y adviérteles sobre el aumento de tránsito hacia tu residencia.

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• El ánimo del anfitrión dictará el ánimo del evento. Si no estás contento, nadie estará contento. Se trata de la Navidad, pon tu esfuerzo en: organizar con tiempo, tener un plan y delegar. Olvídate de la perfección y enfócate en la cortesía. Tus invitados siempre recordarán cómo los hiciste sentir.