No sabía educar hasta que te conocí
En estos días estuve de visita por mi Colegio Santo Domingo con mi hija menor, Sarita, quien también fue alumna del Colegio por algunos años. Hicimos un recorrido por las aulas vacías (estamos en vacaciones de verano), ambas recordábamos, con alegría, nuestro paso por este centro de estudios y sobre todo recordábamos con cariño a algunos profesores muy especiales.
Ese momento me dio la oportunidad de compartir con Sarita, una historia que leí hace muchos años. Ella quedó tan impactada como yo cuando la escuché por primera vez, hasta me confesó que le encantaría ser profesora.
Al saberlo, le comenté que ser profesor requiere de muchos sacrificios pero que los resultados de su labor trascienden y tienen el poder de cambiar a la humanidad.
Aquí les comparto la historia. Espero les guste.
LA MAESTRA THOMPSON Y TEDDY STODDARD
El primer día de clases, la Sra. Thompson, profesora de 5to. grado, inició diciendo a los niños una mentira.
Como la mayor parte de los profesores, ella miraba a sus alumnos y les decía que a todos los quería por igual. Pero eso no era posible, porque ahí en la primera fila, desparramado sobre su asiento, estaba, un niño llamado Teddy Stoddard.
La maestra Thompson había observado a Teddy desde el año anterior. Le llamaba la atención que apenas compartía con otros niños y que lucía un aspecto muy descuidado.
Teddy comenzaba a mostrarse desagradable en su trato. Provocaba el rechazo de todos hasta el de Thompson, quien disfrutaba al calificar los trabajos de Teddy con una gran cruz roja o con un cero muy llamativo ubicado en la parte superior de sus tareas.
La escuela requería revisar el historial de cada estudiante, la maestra dejó el expediente de Teddy para el final. Pero cuando decidió revisarlo, se llevó una gran sorpresa. La profesora de primer grado escribió: “Teddy es un niño brillante con una sonrisa única. Hace su trabajo de una manera limpia y tiene muy buenos modales… es un placer tenerlo cerca”.
Su profesora de segundo grado escribió “Teddy es un excelente estudiante, se lleva muy bien con sus compañeros, pero se nota preocupado porque su madre tiene una enfermedad incurable y el ambiente en su casa debe ser muy difícil”.
La profesora de tercer grado escribió: “Su madre ha muerto, ha sido muy duro para él. Teddy trata de hacer su mejor esfuerzo, pero su padre no muestra mucho interés y el ambiente en su casa le afectará pronto si no se toman ciertas medidas”.
Su profesora de cuarto grado escribió: “Teddy se encuentra atrasado con respecto a sus compañeros y muestra poco interés en la escuela. Tiene muy pocos amigos y en ocasiones se queda dormido en la clase”.
La profesora Thompson se había dado cuenta del problema y estaba arrepentida.
Se sintió peor cuando sus alumnos les llevaban sus regalos de Navidad envueltos con preciosos papeles y papel brillante, excepto Teddy. Su regalo estaba mal envuelto, con un papel amarillento que él había tomado de la pila de reciclaje de papel. Ella temía abrir ese regalo en medio de los demás estudiantes.
Algunos niños comenzaron a reír cuando, al abrirlo, el contenido consistía en un viejo brazalete y un frasco de perfume con sólo un cuarto de su contenido.
Ella detuvo las burlas de los niños al exclamar lo precioso que era el brazalete mientras se lo probaba y se untaba un poco del perfume en su muñeca.
Teddy Stoddard se quedó ese día hasta el final de la clase sólo para decir a su profesora:
“Profesora Thompson, hoy usted huele como mi mamá”.
Al marcharse Teddy, la profesora lloró inconsolablemente. Desde ese día, ella dejó de enseñar sólo aritmética, lectura y escritura. En lugar de eso, decidió educar para toda la vida con valores y respeto.
Puso especial atención a Teddy, al trabajar de cerca con él la respuesta positiva fue inmediata.
Para el final del ciclo escolar, Teddy era sobresaliente y aplicado. Además de convertirse en el consentido de la maestra.
Un año después, la Sra. Thompson encontró una nota debajo de su puerta, era de Teddy, diciéndole que ella había sido la mejor maestra que había tenido en toda su vida. Seis años después por las mismas fechas, recibió otra nota de Teddy. Ahora le contaba que había terminado la preparatoria siendo el tercero en honores de su clase y que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en toda su vida.
Cuatro años después, recibió otra carta narrando que en ocasiones las cosas fueron muy difíciles pero que a pesar de todo se mantuvo en la escuela y que pronto se graduaría con los más altos honores. Él le reiteró a Thompson que seguía siendo la mejor maestra que había tenido en toda su vida.
Cuatro años después la maestra recibió otra carta. En esta ocasión le explicaba que después de concluir su carrera universitaria, decidió viajar un poco. Le hacía énfasis en que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido y su favorita. La carta estaba firmada con un nombre más largo, por Theodore F. Stoddard, MD pues Teddy ya era médico.
Existe una carta más que leer. Teddy ahora decía que había conocido a una chica con la que iba a casarse. Explicaba que su padre había muerto un par de años atrás y le preguntaba a su profesora si le gustaría ocupar en su boda el lugar que usualmente es reservado para la madre del novio.
Por supuesto, la profesora Thompson aceptó y adivinen… Llegó usando el viejo brazalete y el perfume que usó la madre de Teddy la última Navidad que pasaron juntos. Al verse, se dieron un gran abrazo y el Dr. Stoddard le susurró al oído, “Gracias maestra por creer en mí. Muchas gracias por hacerme sentir importante y por mostrarme que yo puedo hacer la diferencia”.
La Sra. Thompson con lágrimas en los ojos, tomó aire y dijo: “Teddy, te equivocas, tú fuiste el que me enseñó a mí que yo puedo hacer la diferencia. No sabía cómo educar hasta que te conocí”.
EXCELENTE LECCIN DE VIDA.
Date: Mon, 12 Aug 2013 04:57:57 +0000 To: joseattiasjuan@hotmail.com
Así es Sr. Attías. Gracias por comentar.
Que bella!!!!!!! Podemos ser la diferencia!
Extraordinario mensaje…….calidad humana…..aprendizaje…….agradecimiento y el mejor de todos….amor al prójimo……los peguenos detalles, son los protagonistas de las grandes cosas……..al final, el amor se manifiesta en todo su esplendor!!!!!!!!!!
Tan hermoso mensaje como tus palabras. A veces las pequeñas cosas son las que hacen la diferencia. En este caso, detenerse y conocer el origen de la actitud de este niño (a tiempo) hizo una gran diferencia de la que inclusive luego otros se beneficiarían. Y como dices, siempre el amor lo puede todo. Gracias!
Me fascinó esta historia tan aleccionadora y TODO lo que podemos lograr a través del AMOR, la ENTREGA y la DEDICACION. Me encanta que Sarita quiera seguir tus pasos en eso de la enseñanza o mejor dicho que le guste EDUCAR porque pese a que NO he sido alumna tuya, en TODO nuestro recorrido de vida ha sido mucho lo que me has ENSEÑADO, así es que lo de EDUCADORA te viene en los genes. Preciosa historia que, para variar, me hizo llorar. Dios te bendiga!!
Wow!! Excelente historia… Me hizo llorar y al mismo tiempo reía… Y le doy Gracias a Dios por haberle escrito, luego de encontrarnos en el Pricemart esta semana, después de casi 10 años sin vernos… Doy gracias a Dios, porque si hubiese conocido este blog y leído la historia, quizás mis palabras hubiesen parecido una copia fiel de esta historia jejeje… Ya que mi historia con usted se parece en parte a esta. Y le vuelvo a repetir lo que le escribí anteriormente… Después de la carrera, Maestrías y diplomados, usted sigue siendo la mejor profesora que he tenido, por ayudarme a ver lo que realmente tenía sentido cuando los lineamientos a seguir eran otros en esos momentos. Gracias Jackie Viteri, por ser la imagen que me ayudó a ser un mejor profesional haciendo la diferencia… Gracias de verdad.
Gracias Max!Esto no lo esperaba yo. Bien han valido la pena mis clases con ustedes y créeme que la que salió más favorecida fui yo por el reto de enseñarles me hizo crecer y ser una mejor persona. Son muchos los gratos recuerdos que conservo y recibir un mensaje como este hoy alimenta mi alma una vez más. Gracias por recordarme y gracias por hacérmelo saber. Te espero cada semana por aquí. Un abrazo
Maravillosa historia, aunque la he leido anterriormente trajo lagrimas a mis ojos nuevamente ademas de los recuerdos de cuanto he batallado con mi hijo para que reciba la mejor educación. Mi hijo Sebastian tiene Trastorno Generalizado del Desarrollo, una forma leve de autismo, y esta en educación especial. Ha sido una batalla larga con pequeñas y grandes victorias. Finalmente encontramos nuestra Mrs. Thompson que ha infundido tanta confianza en Sebastian. Se llama Mrs. Cannon.
Actualmente,El ha superado la mayoria de sus obstaculos tanto academicos como su interacción con otros ninños y adulltos. Ojala sigamos encontrando muchas Mrs. Thompson en nuestro camino.
Jackie como siempre tus historias son una inspiración, ojalá pudiera tenerte cerca y compartir mucho más,
Cariños,
Ynés
Muchas Mrs Thompson es lo que hace falta en este mundo. Si las tuviéramos estoy segura que harían una gran diferencia. Se trata de amor, tiempo y dedicación. Qué bueno que encontraste a Mrs Cannon! Y que tu niño siga cada día superándose más y más! Gracias Ynés por tus comentarios, un abrazo
Pingback: Cuando una C vale más que un Cien | Jackie Viteri
Realmente, me he planteado en más de una ocasión ser maestra. Alguien dijo alguna vez: » La influencia de un Jefe dura mientras dure el trabajo, la influencia de un maestro, dura mientras dure la vida».
Así es Carmen. La labor de un maestro es preciosa y con ella se logran grandes satisfacciones. Me encanta saber que leíste algo de lo que escribo.
Reblogueó esto en Jackie Viteriy comentado:
En ocasiones del Día del Maestro comparto esta historia que me sirvió de inspiración. La escribí y publiqué en el 2013. Felicitaciones a todos los maestros que con ejercen con pasión su profesión.
Ayyy Jackie! Lloré al leer este relato. Así es. Los docentes deben ser conscientes que cada alumno es único, y que como tal deben ser tratados. El impacto positivo o negativo que un docente causa en un alumno, es de por vida.
Aprecio mucho tus palabras y que vinieras hasta aquí a leerlo. ¡Muuuchas gracias Saraida! ❤️
Qué maravillosa historia me hizo llorar! Gracias Jackie por compartir💕💕💕
Muchas gracias querida Mirtha. Me alegra que te gustara
Jackie, además del don de la comunicación que tienes, cuanta creatividad posees. Había leído la historia hace mucho tiempo pero es tan gratificante ver como tu creas un vínculo de todas tus experiencias. Te felicito por la gran profesora que eres. Por eso siempre tendrás mi respeto y admiración.
Gracias por creer en mí y por tu continuo apoyo. La admiración es mutua. Un abrazo