Con la cuchara en la mano
Mientras asistíamos a misa en la Iglesia Saint Andrews (Coral Springs, Fl.) oficiada por el padre Gabriel, éste nos habló sobre el fallecimiento de una monja muy querida por la comunidad –no recuerdo su nombre-. La noticia de su fallecimiento no fue tan impactante como saber que fue cumplido su deseo de ser enterrada con la cuchara en la mano.
Esta monja, oriunda de Brasil, vivió una infancia muy humilde junto a sus padres y siete hermanos. Se emocionaba cuando relataba cómo ella y sus hermanitos agradecían a Dios cuando eran llamados a comer, una sola vez al día. Ese agradecimiento era sólo superado por alegría cuando la madre, al recoger la mesa, les pedía que mantuvieran la cuchara en la mano. Esto lo escuchaban muy pocas veces al año, por lo que esperaban con ansias esa petición.
Y es que – diciéndolo con las mismas palabras de…
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