Compartimos la misma luna
Un “click” en el teléfono desvió mi atención hacia la ventana más cercana.
Un mensaje me solicitaba ver la luna… La misma luna que me inspiró escribir una nota llamada el «Precio de la Luna» basada en una historia que me conmovió y que, desde que me sirvió de musa, ha motivado a una amadísima amiga de la infancia, Wanda, a escribirme con frecuencia mensajes como éste: “OMAIGA mira nuestra misma luna… ¡Está hermosa! Siempre recordándote con mucho cariño”.
Qué felicidad saber que la misma luna que inspiró y dio vida a dos personajes de una película de cine que me encantó, sirva también para mantener viva una hermosa amistad.
Cuánto me gustan tus mensajes Wanda y cuánto me agrada saber que, a pesar de tanta distancia física, compartimos la misma luna…
Y tú, ¿compartes la misma luna con alguien? Cuéntame.
Excelente!!!
Oh mi Jackie querida! Me han emocionado mucho tus tiernas y sinceras palabras. Aunque la luna no esté brillante, siempre te recuerdo! Cuánto me alegra que por los medios electrónicos nos mantengamos tan cerca…recuerdas esas cartas semanales en los veranos cuando ambas salíamos de vacaciones? Tantas memorias! Gracias por tu eterna amistad! Hasta pronto. Un abrazo con mucho cariño
Conservo toooodas esas cartas mi querida Wanda, en físico y en el corazón. Que esa «misma luna» siga irradiando destellos de cariño a nuestra amistad… Te quiero mucho
Querida Jackie.
Al compartir contigo la noche del pan con chocolate sentía que en algún rinconcito de nuestro ser compartíamos la misma luna. Te cuento que mi nieta mayor Mia, desde que era pequeña ella y yo solíamos contemplar la luna y maravillarnos con ella. Luego nos toco alejarnos fisicamente por motivo mudanza, pero siempre compartimos la luna desde cualquier lugar que nos encontremos. Solo un mensaje telefónico que dice: «te envíe un regalo, mira por la ventana» e inmediatamente estamos conectadas! Es maravilloso conectar, nosotros somos esos conectores…sigamos compartiendo la luna!
Cariñitos
Kuky
Querida Kuky, que lindo saber que ahora compartimos ¡el pan con chocolate y la misma luna! Gracias por recordarme que lo más simple y sencillo puede ser motivo de mucha felicidad y unión familiar. Mi cariño.
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