El sueño de regalar modales
Por años había soñado con esto. Deseaba llevar mi mensaje de cortesía y buenos modales a niños de familias de escasos recursos. Me imaginaba enseñarle a una niña a sentarse con buena postura, a colocarse correctamente la servilleta en su regazo. A los varones a enseñarles a ser cortés, a abrir la puerta a una dama y mucho más.
El tiempo de Dios es perfecto. Bastó hablar con gente de buena voluntad que coincidió con mi deseo de dar, con amor, a los más necesitados. La Asociación Cibao de Ahorros y Préstamos inmediatamente asumió el proyecto, contactó el lugar y le puso fecha.
El Hogar Escuela Doña Chucha fue el lugar elegido para ofrecer a 100 niños (hembras y varones) un taller de Modales en la Mesa.
Algunas semanas tomó la coordinación de este bello proyecto que se materializó gracias también a la ayuda de otros colaboradores, entre ellos el equipo de Gessa Promociones y voluntarios del Banco que se desplazaron desde Santiago de los Caballeros hasta Santo Domingo.
Desde el amanecer de ese día, mis niveles de emoción superaban toda normalidad, contaba las horas para llegar a la Escuela. Al llegar al lugar, me emocionó el elegante montaje: mesas largas vestidas con finos manteles blancos cubiertos por topes azules y cómodas sillas blancas. En cada puesto un mantelito individual con dibujos (para la ubicación de los elementos de la mesa) y una Guía de Buenos Modales para niños. Mis expectativas fueron superadas.
La tarde del 23 de septiembre fue una tarde de lujo y una experiencia memorable para todos. Los participantes, de 5 a 13 años, respondieron con aplausos, con anécdotas, con curiosidades y con muchos deseos de aprender. El taller concluyó con un delicioso almuerzo ofrecido por Gessa en donde los niños practicaron, con mucha elegancia, todo lo aprendido.
Fue hermoso ver cómo los niños procuraban una buena postura midiendo la distancia de su cuerpo a la mesa, colocaban el plato en el lugar correcto, se aseguraban de usar la servilleta de forma correcta, algunos advertían a sus compañeros sobre no poner los codos en la mesa, cortaban la carne en pedazos pequeños, abundaban las gracias y los pedidos con un “por favor”. En fin, la tarde se convirtió en un torrente de buenos modales.
Cuando nos marchábamos todos los voluntarios, felices y complacidos, nos sorprendió una melodía, desde la tercera planta.
Un coro de niñas acompañado por un guitarrista, bajó las escaleras mientras interpretaba una canción cuyo estribillo repetía la palabra GRACIAS.
¡No lo podía creer! Con una serenata nos despidieron. Qué hermosa forma de dar las gracias. Este detalle coronó mi emoción y gratitud por la oportunidad de llegar a estos niños que, al irme no paraban de abrazarme y preguntarme: ¿cuándo regresas tía Jackie? ¿puedes venir mañana?
Mañana no podré ir, pero regresaré pronto. Confiada en que mientras tanto, mi sueño ha dejado una huella en ellos como aporte a su educación.
Entrevista con Yaira Cassó donde hablábamos sobre mis sueños. Encuentros VIP. Oct. 2018.
Seguiré soñando. Con la ayuda de Dios y aliados de buena voluntad alcanzaré esos sueños para seguir esparciendo modales con amor a niños y a jóvenes necesitados de mi país, República Dominicana.
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